lunes, 13 de diciembre de 2010

La musicoterapia

En la mayoría de las escuelas de Primaria encontramos alumnos con necesidades educativas especiales que reciben la atención de los maestros de Educación Especial. Es aquí donde el maestro de música podría desempeñar un papel importante, tanto asesorando al maestro de Educación Especial sobre cómo usar la música, como en su intervención directa en sesiones de Musicoterapia para ayudar a resolver problemas específicos que presenten ciertos alumnos y mejorar su rendimiento escolar. Para ello sería necesario que conociera las posibilidades de la Musicoterapia y su aplicación en Educación Especial.
¿Qué es la musioterapia?
La musicoterapia es el uso de la música para mejorar el funcionamiento físico, psicológico, intelectual o social de personas que tienen problemas de salud o educativos.
La musicoterapia puede ser definida como “…un proceso de intervención sistemática, en el cual el terapeuta ayuda al paciente a obtener la salud a través de experimentaciones musicales y de las relaciones que se desarrollan a través de ellas con las fuerzas dinámicas para el cambio”. (Bruscia 1998)
¿A quién beneficia la musicotererapia?
A niños con:
·         Dificultades en el aprendizaje
·         Problemas de conducta
·         Niños con deficiencia mental
·         Con dificultades de socialización
·         Con baja autoestima
·         Con trastornos médicos crónicos y/o degenerativos (cáncer, cardiopatías...)
·         Trastornos profundos del desarrollo (AUTISMO)

Los objetivos de la musicoterapia
El objetivo incluye la comunicación, así como las habilidades cognitivas, motrices, emocionales y sociales.
La música puede utilizarse de diferentes maneras para enfocar los objetivos. Por ejemplo, puede usarse como una estructura para la actividad física, como un trasportador de la información, como un motivador, como un medio de auto-expresión, DE COMUNICACIÓN, así como de una experiencia social.

Música y lenguaje
Las relaciones entre la música y el ritmo fonatorio son fundamentales en la reeducación de los niños hipoacúsicos. Es necesario crear una relación entre el mundo exterior y su cerebro, para consolidar las percepciones y sensaciones del mundo exterior. En primer lugar, podrá llegar a través de la música a percibir por la vía auditiva, la fisiológica de la adquisición del habla.En segundo lugar, escuchar su propia voz `para hacer correcciones de su habla. Y por último, la música auxiliará de una manera muy especial el aprendizaje de la lectura labial y de su articulación.
La Musicoterapia ha de tener en cuenta que aplicada a niños hipoacúsicos es un tratamiento para mejorar la locución. La relación entre acentuación del habla y de la música le dará una conexión entre frase-esquema-prosódico-rítmico, que le permitirá tener un ritmo verbal adecuado. Cuanto antes comencemos la terapia, antes podremos potenciar, apoyar y rehabilitar un habla pobre. 

Propuestas de actividades
Tomado de: "UN PRIMER CONTACTO CON LA MUSICOTERAPIA" Cristina Gómez Robledo.
Objetivo: Primer contacto con la musicoterapia mediante diferentes instrumentos y actividades para experimentar el efecto de la música en nuestro cuerpo.
Materiales: una sala amplia, una cadena de música, gomas elásticas, instrumentos musicales, CD ó casetes de música, folios, pinturas, arcilla.
Ejercicios:
a) Realizar la Ficha de Identidad sonora, se le dan unas pautas y ellos van escribiendo las respuestas. Es muy importante hacer este ejercicio porque así sabemos qué música le gusta al paciente y podremos realizar sesiones que verdaderamente ayuden.
• De donde soy
• Música de mis padres
• Infancia de 0-12 años: canciones de cuna, del colegio, de dibujos, excursiones...
• Sonidos de la infancia
• Adolescencia. Música que te gusta
• Sonidos que te gustan ahora
• Sonidos que no te gustan ahora
• Música de ahora que te gusta
• Música de ahora que no te guste
b) Exploración del aula. Dentro del propio aula hay muchos objetos que emiten sonidos, el paciente (o los pacientes) deben descubrir la cantidad de sonidos que están dormidos en la sala, por ejemplo: golpear la mesa, abrir la ventana, mover una caja… el paciente ha de identificarse con uno y presentarse por medio de él. El terapeuta también debe realizar la actividad para poder luego, después de la presentación, establecer comunicación no verbal mediante el objeto que les identifica.
c) Expresarse con la música. Se van a escuchar diferentes melodías, una de ritmo tranquilo,
otra con ritmo rápido y la última con muchos cambios de ritmo. El paciente debe dibujar, con pintura de dedos, lo que le sugiere la música. Esta actividad ha de ser por parejas, se tapan los ojos de los pacientes y se les sienta uno enfrente de otro, en el medio hay un bloque de arcilla. Mientras se oye la música ellos deben, sin mirar y sin hablar, realizar algo en común.
d) La mitad del grupo entra en la sala y elige un instrumento y su movimiento. Entra el resto del grupo y coge cada uno un instrumento. Cada vez que uno de ellos haga sonar el instrumento que han elegido, el otro compañero reconocerá su timbre y comenzará a realizar el movimiento. Luego se intercambian los papeles.
e) Se traza un laberinto con cinta adhesiva en el suelo, en cada cruce colocamos un instrumento metalófono de láminas sueltas (cajas sonoras). Ariadna es el metalófono y maneja DO, Re, Mi, Fa, Sol y otros de despistes, si el camino es correcto tocará las notas anteriores, los demás son falsos. La persona va avanzando por él, cuando Ariadna toca una nota, el otro debe repetirlo y para ello puede probar.
f) Espacio personal: con gomas haces tu camino y luego se lo das a conocer a otras personas. Lo primero que tienes que hacer es buscar tu espacio personal, luego debes conocer más caminos que el tuyo. Durante toda la actividad está sonando una música, este ejercicio termina, cuando el paciente lo desea.
g) Trabajar con pelotas: por parejas te tienes que sincronizar con ella y al ritmo de la música pasaros la pelota. En grupo vamos andando y lanzamos la pelota a quien mire.
h) Improvisación vocal: apagamos las luces e intentamos hablar en chino expresando también diferentes emociones (enfadado, alegre, triste...), luego exploramos nuestra voz.
i) Jugamos al escondite: este juego se realiza por parejas, uno de los dos elige un instrumento, que debe ser diferente a los demás, deben de memorizar el timbre que tiene para que cuando estén escondidos y hagan sonar el instrumento ir a su encuentro. La persona de la pareja que no tenga instrumento sale del aula, mientras que los que quedan dentro han de esconderse para que no les encuentren. Con los ojos cerrados entran en el aula. El musicoterapeuta debe de ir coordinando la intervención de los instrumentos. Cuando suena el instrumento de tu pareja debes de ir en su busca hasta que le encuentres.
j) Creatividad: el grupo escucha una canción elegida por el terapeuta, después se dividen por grupos y tienen un tiempo limitado para ponerse de acuerdo en cómo van a representar mímicamente esa melodía. Después se les muestra al grupo.
k) “La flauta loca”: el terapeuta toca una melodía conocida por el paciente. Cuando el musicoterapeuta se equivoque el paciente deberá levantar la mano.
l) Mover las diferentes partes del cuerpo siguiendo la música
m) Imitación de ritmos propuestos por el musicoterapeuta o por los propios niños. Improvisación de ritmos ayudados por elementos vocales
n) Seguir el ritmo tomando posiciones en el espacio, a través del desplazamiento rítmico o movimientos al compás de una música dada.
o) Seguir con percusiones o movimientos el ritmo intrínseco de las palabras, frases, versos, rimas, refranes, retahílas, canciones infantiles.

1 comentario:

  1. Y nosotros tenemos a la mejor, Isa. Nuestro "sargento" a la que padres y niños adoramos.

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