viernes, 25 de febrero de 2011

¿CUÁL ES EL TÉRMINO ADECUADO?


Seguramente en muchas ocasiones nos podemos encontrar en algunos libros, documentos, artículos o foros referirse a las personas con Autismo como “Autistas”. Desde mi punto de vista esto no da lugar a debate ninguno, ante todo una persona primero es persona (niño, adolescente o adulto) y luego todo lo demás, incluyendo todas las características de su ser. Pero hay que tener en cuenta  que os podéis encontrar con maravillosos artículos, libros o documentos que usan este término, como ¿Qué nos pediría un Autista? (el cual está enmarcado en todas las asociaciones  que he podido ver hasta ahora) de Riviére, profesor que dedicó gran parte de su carrera al estudio del Autismo y gracias al cuál familias y profesionales sabemos muchas cosas. También, incluso,  podéis haber  oído o leído a madres de niños con autismo  referirse a sus hijos como “Autistas”, siempre unidos a palabras de cariño hacía su hijo (por supuesto, están en su derecho más absoluto).  Y puede que estos ejemplos nos puedan confundir , pero pienso que en estos casos  la cuestión no está  en qué se dice, sino en cómo se dice y quién lo dice. Sin embargo,  creo que cuando se habla del Autismo se debe de evitar este término (Autista), porque el niño, el adolescente o el adulto con autismo es primero persona  y  porque desgraciadamente  esta  palabra en los últimos tiempos ha dado un giro semántico y ha pasado a formar parte de un vocabulario, en muchos casos,  peyorativo y ahí es donde radica el problema y el por qué debemos de tener cuidado con los términos que usamos para referirnos  a las personas con Autismo. 
Ahora bien, lo que siempre debe de quedar claro que JAMÁS se deben de hablar en términos de “normalidad”. Es decir, ya está bien de hacer distinciones entre, los niños con (Síndrome de Down, Autismo, William, etc.) y los niños “normales”. Esto no es aceptable en ningún caso y esos términos sí deben de ser borrados de nuestro vocabulario  para siempre. La naturaleza humana ofrece muchas y variadas maneras de manifestarse y eso es inherente al ser humano, forma parte de la vida, del mundo, de todos. De hecho,  las personas con Síndrome de Asperger o con Autismo de Alto Funcionamiento, que han escrito sobre sus experiencias, se refieren a las personas sin TEA como “neurotípicos”. ¿Qué quiero decir con esto?, que hay muchas formas de referirse a determinados aspectos de la persona sin necesidad de faltar al respeto, sin necesidad de hablar en términos de normalidad.
Para terminar con esta pequeña reivindicación, diré que términos como “deficiente”  o “minusválido” no son ya aceptados de ninguna manera en la sociedad, hoy en día hablamos de DISCAPACIDAD (alteración de alguna capacidad) y esto no quiere decir que sean menos válidos o que no puedan aportar nada a la sociedad (como han llegado a pensar algunas personas indeseables); y  para demostrar este hecho os voy a poner el ejemplo más directo que os puedo poner: yo y mucha gente como yo trabajamos y nos sentimos realizados en nuestras profesiones gracias a muchas personas con discapacidad. Por eso ahora os pido que  actualicemos nuestro léxico. Es momento de borrar los términos inadecuados y añadir los correctos. 

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